lunes, 28 de julio de 2008

Códigos Postales

Escribo tarde, no necesariamente lo digo por la hora. Más bien será que hablo de dos semanas (o mas?) de intermitencia... ¿Qué haces si te digo que uno nunca cambia? Que las personas juegan interminablemente a ser quienes son y nada más, que quien rompe el record de 100 metros planos siempre los tuvo corridos aun antes de llegar a la olimpiada. ¿Y si te digo que a los sentimientos les pasa igual? ¿Qué me dices entonces?

No se han acabado las cervezas ya que malta hay para rato, tampoco se acaban los videos de Youtube a las 3 de la mañana, ¿Por qué me tardo entonces dos semanas? ¿Por qué te veo cada seis meses? siempre me ha gustado culpar a los códigos postales, canijos cinco números que desordenan las relaciones y alejan los bares de los restaurantes, los estacionamientos de los sanborns y algunas veces mi casa de la tuya.

Justo hace una hora, le platicaba a la lámpara sobre las horas de sueño que merecen insomnio para ser utilizadas en escribir y divagar, también hace algunos días veía en el piso las monedas que nunca recogimos por estar viendo al cielo sin más razon que disfrutar el momento a medias. A veces pienso que solo fuimos irracionalmente jóvenes, creciendo más rápido que la adolescencia y la necesidad de no estar solos. Ayer tan libres y nebulosos, hoy los Captores Oníricos se sientan en la sala de espera de algun sucio consultorio y ya no se escapan entre sueños para tejer historias, ahora solo esperan sentados frente a una enfermera que mastica chicle a que se les entregue el estudio de alguna enfermedad venerea, de aquella eterna enfermedad de la piel que no se cura con caricias, de aquel viejo infarto a corazón cansado.

Hoy los sueños son virtuales y se ve pornografía de todo tipo, se obtiene más fama en youtube que en un reality show de irrealidad inalcanzable. Es más facil escribir porque se piensa dos veces, es más doloroso hablar a la cara y los códigos postales nos persiguen y las cartas nunca llegan a tiempo y cuando uno quiere tener 17 años, se ve al espejo más gordo, más cansado, más letrado y más pendejo. ¿te arrepientes, me pregunta? nunca, le contesto. Y es verdad, todo sale siempre como debería, que triste... las sorpresas se vuelven tediosas, urge un viaje, urge conocer la luna otra vez desde la arena, urge escapar y no decirle nada a nadie, urge entrar entre sueños a una cama y robarle su virginidad de sueño a algun incauto.

No se que digo porque quiero dormir para soñar con muchas cosas, me retiro con una tardía contestación y una deuda de bar, siempre en paz hermano. Máldito sea el 01710

martes, 8 de julio de 2008

Se busca/n captor/es onírico/s

Ha caido una maldición sobre mí. Soñe que me secuestraban, y que me enamoraba de mis captores. Eran una atractiva pareja europea que gustaba de tener relaciones sexuales frente a alguna inocente presa (preferentemente de aspecto latino), la cual, en un primer momento, como leyendo de un guión, era obligada recitar poemas improvisados, con ritmo y métrica, acerca de la escena que se desarrollaba.
Y ahi estaba yo, atado de pies y manos, sentado en un cuarto que parecía ser el de un hotel de paso, recitando un poema autómata y observando a la atractiva pareja europea mientras se retorcían en una cama (pareja que despues pude darme cuenta que tenía un increible parecido a tí y a Ingrid, sino es que eran ustedes). Como la luz era muy tenue no podía distinguir las figuras, y solo alcanzaba a ver una masa multiforme (algun tipo de entidad hermosa con ocho extremidades y dos cabezas), pero pude notar que los pares de ojos no me quitaban la vista de encima a pesar de estar sumergidos en un trance que los obligaba a actuar como un solo organismo...
Pero bueno, para no hacer la cosa larga, el punto es que inevitablemente tuve que participar de las actividades de este ser divino, lo cual no funcionó en lo mas mínimo: cada intento de introducirme en aquella masa europea resultaba en empujones incomodos, pellizcones de seno, raspones con barbas mal afeitadas, etc, etc, por lo que terminé siendo liberado por mis captores al poco tiempo de ser secuestrado...

Pero Daniel: El problema es que yo no quería ser liberado.

Supongo que la idea de estar cautivo es atractiva porque te libera de ser libre. ¿Quien quiere ser libre? Solo quiere ser libre aquel que no sabe que no puede serlo, asi de simple. Por eso he decidido que en mis sueños no seré libre porque la idea tampoco es que la gente te ande esclavizando así nomas porque si. Mi intención será entonces elegir a mis captores, solo de eso seré libre; ellos tendran la responsabilidad de liberarme a su gusto, porque al no poder ser capaz de darme cuenta cuándo es que no soy socialmente apto (si por socialmente entendemos cualquier actividad que se da entre humanos, por ejemplo, intentar formar parte de un organismo de ocho extremidades y dos cabezas), ellos tendran la responsabilidad de liberarme...
Asi pues, esa es mi maldición.

Ahora solo me resta elegir a mi/s nuevo/s captor/es... ¿no sabes donde se ponen anuncios para eso?